Snap





------------------



--------------------


Corre un muchacho entre la gente


Se desplaza no ve más que lo que viene ve


Ciudad


Camino de casas miradas su pena aumenta


Escaparse del detrás del quizás corre un muchacho entre tanta gente


La bruma curva, brota, los huecos ayudan en la imagen


Un hombre pide monedas,


Su barba espesa su olor espeso su vida espesa


“sería así de amable” decía antes


Ya no dice, espera


Ve el venir y para qué


La vereda el colchón el venir


Una mujer se deja caer en su cama


El día eterno


El trabajo estúpido se dice


“buenas tardes, Marisa esminombre, en qué puedo···”


Su jefe los bigotes de su jefe la mirada de su jefe


La noche rueda sobre los cuerpos


Es de noche hay bruma


Un perro se acerca


Las barbas se espesan el muchacho corre el hombre lo mira pasar


Una ventana se abre, es el sol algo lejano, nada recuerda al sol


Y


La mujer


pide a los santos


y el hombre pide a los santos


y el muchacho no sabe de santos, corre, anhela


Que sea otra cosa


Que sea ya lo que viene


Que ese ver se diluya


Que se haga de noche


Que se haga de día


Que se haga de noche



Y así.


Los muere el mundo,


De a uno


Nos muere el mundo,


Pero ese morir es suave,


la desidia es calma cuando esa calma es lenta


y las películas son buenas,


y la caída es leve

y los bigotes se espesan,

y nos estamos siempre asi de solos...

Poesías falsas I

Tomaremos la libertad, pues

De ser la gente más rara de todas

Nos odiarán por las calles,

Odiaremos por eso a las calles,

-

Los rectos,

los justos,

-

nos serán uñas en pizarrones.

-

Y cada chiste nos llenará de rabia

Y cada sombra que nos venga,

será un alejarse de días,

de razones:

-

quien sabe…

-

Aceptaremos entonces,

La tragedia de ser poetas,

buscaremos abrazos

mas no serán nunca oportunos,

sonrisas

y poco alivio nos darán al cuerpo:

Esa pizca de grama cedida a los mortales cada tanto,

nos será negada

y será terrible.

-

Somos de una estirpe distinta,

Estamos solos

Morimos siempre

Paramos

Volvemos

Comenzamos

digo

Pero nunca nada es lo mismo.

OLGA!


Para Betito, ese tipo que nunca sobra

Es María Zulema una mujer vieja, ya entrada en años, antigua, inclinada, torcida por el viento y la gravedad Zulema. Beto no (en lo que a edad refiere, tampoco en otras cuestiones que a la vez son muchas pero no tantas en el fondo no tantas, no tantas). Él más joven, accionista de aventuras, compases compuestos y melodías repetidas con un sostenido acá, jazz que avanza, un trino de cuatro tiempos allá, ah, sí, digo, claro, justito antes del acorde disminuido y quebrado de una vez el hastío, che, ataque, estocada, golpe de efecto a la sensación triste de que ya este todo irremediablemente dicho, armonías do mi sol, fa la do, sol si re.

Y haría falta decir Beto la conoce tan bien a la vieja que ni cuenta se da cuanto tanto tantísimo mucho la conoce Beto. Encuentra él entonces formas exactas de pedir a Zulema lo que siempre sabe y le pide, grita al fin: - ¡Espero andes de puta madre Zulema!- , o – ¡Se va a los remil carajos viejita!- justo justísimo antes de acercarse y ansiar alguna historia de la boca de Zulema, un pedazo de cielo tormentoso, un azúcar púrpura de tramas, canción, tibieza y silencio.

- ¡Pero sié loco Alber mijo! –Zulema - Io me quiebro, vió usté io no pué con el Alber que así com así me dí tale barbaridà jé jé, ia lo vé enton pué lo siento aquiita al regaz mi buen Alber él quieristoria de viejo viejo lo que yó sé le digo: "bué mijo, no se estrañe si invento un pòmi niño ia no seré io la Iosefa de ant"

Los cuentos se repiten uno a uno los cuentos son siempre iguales en el fondo todo muy por lo bajo lo mismo, los cuentos relatos también. Moralejas que no varían si las hay porque es cierto tantas veces se habla de cantinas con caña paisanos con pocas pulgas, y es todo el levantarse de uno, cuchilla faca hasta el fondo del vientre que muere, fin de la historia y poco nada queda por masticar pasto seco, pasto seco.

Ia ve quentra Moreira mi Alber, lo vé, puñel en man mi Alber, una car pà rajà la nube, el juan abré puñe al paso, ma que puè decí si su mirà una muerte

Beto termina por adorar la historia, cada una cada letra cada historia es a Beto un campo suave de alfombras y mantas, la pesquisa dormida, el refusilo agotado. El caer de la noche obliga las despedidas y Beto saluda ceremonioso, las manos buscando las manos y la vieja es toda la dicha retorcida en arrugas porque sabe esto ha sido gran cosa para el recuerdo, de ella de Beto de su historia que ahora se escapa pegada a un oído.

Es de noche, no hay noticia en tal recuento, lo negro: negro aquí , en lugares otros que no son aquí. El calor también hastío en lugares tantos que tampoco aquí. Piensa Beto algunas de estas cosas, pero es un callejón sin conclusiones se dice, de pronto despierto notando que lo dicho por Zulema encierra mil asuntos más profundos que el paradero de la noche o de las gotas, un atisbo de anarquismo, una crítica exquisita a convenios e instituciones que a cara lavada es la historia de dos borrachos en Berazategui, de un lobo atacando cada martes, cada estancia en Banfield, en Villegas, en Los Hornos.

- ¿Qué me queda sin los versos? – se dice Beto, y quema textos, y quema estrofas, y escribe, (también),

algun que otro libro de poesía.

Como ganarle al verde....







Para dias como hoy....




Publicado por Teresita








Entonces comprendimos que la lluvia también era hermosa.


Unas veces cae mansamente y uno piensa en los cementerios


abandonados. Otras veces cae con furia, y uno piensa en los


maremotos que se han tragado tantas espléndidas islas de extraños


nombres.


De cualquier manera la lluvia es saludable y triste.


De cualquier manera sus tambores acunan nuestras noches y la


lectura tranquila corre a su lado por los canales del sueño.


Tú venías hacia mí y los otros seres pasaban:


No habían despertado todavía al amor.


No sabían nada de nosotros.


De nuestro secreto.


Ignoraban la intimidad de nuestros abrazos voluptuosos, la ternura


de nuestra fatiga.


Acaso los rostros amigos, las fotografías, los paisajes que hemos


visto juntos, tantos gestos que hemos entrevisto o sospechado, los


ademanes y las palabras de ellos, todo, todo ha desaparecido y


estamos solos bajo la lluvia, solos en nuestro


compartido, en nuestro apretado destino, en nuestra posible


muerte única, en nuestra posible resurrección.


Te quiero con toda la ternura de la lluvia.


Te quiero con toda la furia de la lluvia.


Te quiero con todos los violines de la lluvia.


Aún tenemos fuerzas para subir la callejuela empinada. Recién


estamos descubriendo los puentes y las casas, las ventanas y las


luces, los barcos y los horizontes.


Tú estás arriba, suntuosa y bíblica, pero


tan humana, increíble, pero, tan real, numerosa, pero tan mía.


Yo te veo hasta en la sombra imprecisa del sueño.


Oh, visitante.




Ya es seguro que ningún desvío nos separará.


Iguales luces señaleras nos atraen hacia la compartida vida, hacia el


destino único.


Ambos nos ayudaremos para subir la callejuela empinada.


Ni en nuestra carne ni en nuestro espíritu nunca pasaremos la línea


del otoño.


Porque la intensidad de nuestro amor es tan grande, tan poderosa,


que no nos daremos cuenta cuando todo haya muerto, cuando tú y yo


seamos sombras, y todavía estemos pegados, juntos, subiendo


siempre la callejuela sin fin de una pasión irremediable.


Oh, visitante.


Estoy lleno de tu vida y de tu muerte.


Estoy tocado de tu destino.


Al extremo de que nada te pertenece sino yo.


Al extremo de que nada me pertenece sino tú.


Sin embargo yo quería hablar de la lluvia, igual, pero distinta, ya al


caer sobre los jardines, ya al deslizarse por los muros, ya al reflejar


sobre el asfalto las súbitas, las fugitivas luces rojas de los


automóviles, ya al inundar los barrios de nuestra solidaridad y de


nuestra esperanza, los humildes barrios de los trabajadores.


La lluvia es bella y triste y


acaso nuestro amor sea bello y triste y acaso esa tristeza sea una manera sutil de la alegría. Oh, íntima,


recóndita alegría.


Estoy tocado de tu destino.


Oh, lluvia. Oh, generosa.








Raúl González Tuñón

LlaNuRa....---





Tengo de a ratos la mala,
tozuda esa mía costumbre de volverme llanura

Ocurre, un oír de pájaros alborota los toldos
La niebla asciende y es el primer calor………………………………

Recorriendo/ las /uñas

alisando /las /sienes

dueño último, del relieve.

Nada más pedir…

Ya vuelto el pecho refugio de vientos

de calma, siembra simétrica y vallado curvo

(No desniveles, no diques, no arroyos)

“…libertad…”
¿Y como no, saberlo?

Idioteces varias dice Carlos (No desniveles, no diques, no arroyos)
Campo ques más campo y las piernas una sola, caminos de tierra, eso
(ganado vacuno los dientes)
empuja todo esto
decirse a uno:

¿Qué lo que manda?

Volverse así de golpe

creer los pelos yuyal tan suave

olvidar la calle, el reloj, las nueve

calma de pampas, cosquillas, tractores.

“…libertad…”


(digo, en fin, cosas por el estilo, sinónimos, equivalencias todas, decir se es: feliz…)


Stanger than fiction

-Because he's real?
-Because it's a book about a man...
...who doesn't know he's
about to die and then dies.
But if the man does know he's
going to die and dies anyway...
...dies willingly, knowing
he could stop it, then....
l mean, isn't that the type
of man you want to keep alive?



As Harold took a bite of
Bavarian sugar cookie...
...he finally felt as if
everything was going to be okay.
Sometimes, when we lose
ourselves in fear and despair...
...in routine and constancy...
...in hopelessness and tragedy...
...we can thank God for
Bavarian sugar cookies.
And fortunately, when
there aren't any cookies...
...we can still find reassurance
in a familiar hand on our skin...
...or a kind and loving gesture...
...or a subtle encouragement...
...or a loving embrace...
...or an offer of comfort.
Not to mention hospital gurneys...
...and nose plugs...
...and uneaten Danish...
...and soft-spoken secrets...
...and Fender Stratocasters...
...and maybe the
occasional piece of fiction.

And we must remember
that all these things...
...the nuances, the
anomalies, the subtleties...
...which we assume only
accessorize our days...
...are, in fact, here for a
much larger and nobler cause:
They are here to save our lives.
I know the idea seems strange.
But I also know that it
just so happens to be true.
And so it was:
A wristwatch saved Harold Crick.






Un final de peli de esos que son finales felices y tantas veces no reales y no de alto cine, Fellini, Tarantino y esto tan sabido por uno y tanto hollywood y qué importa.



http://www.youtube.com/watch?v=jfwH0kgIigs

Textos de Francisca




(...)


Porque había días en los que despertaba aturdida. No era pena lo que arrastraba, más bien el peso de hastío acumulado entre los hombros, tan oscuro el color de la noche, me acompañaba aún en tiempos de luz. Tal el doler descalzo al recorrer los metros entre el dormitorio y el estar, que escogía el refugio de las horas, del descanso. Desiderio había ya abandonado todo intento por solucionar los asuntos que nos aquejaban, de poco perdimos la fe. “Morir no es lo peor” recitaba un poeta en canal Encuentro, yo acaricié a mi gato con una mano, acomodé la mesa ratona estirando el brazo más allá de la frontera invisible rodeando mi cama como premisa del desgano.

Ya está todo dicho, pensé, sucede existen tiempos extraños, horas sutiles entre el almuerzo y el despertar de los coches. Lo comprendí demasiado antes, tan pronto supe esta certeza contaminando mi cuerpo, tan demoledora su reacción en los huesos. Hoy pago esta manía de saber las cosas desde antes, este reposar helado entre los días que no son, estas manos que no suman, ¿Morir no es lo peor? Tal vez, uno nunca sabe.


Lispector - Aprendizaje o El libro de los placeres (fragmento)

(...)
Alivia mi alma, haz que sienta que tu mano está cogida de la mía, haz que sienta que la muerte no existe porque ya estamos en verdad en la eternidad, haz que sienta que amar no es morir, que la entrega de sí mismo no significa la muerte, haz que sienta una alegría modesta y diaria, haz que no te indague demasiado, porque la respuesta sería tan misteriosa como la pregunta, bendíceme para que viva con alegría el pan que como, el sueño que duermo, haz que tenga caridad hacia mí misma pues si no, no podré sentir que Dios me amó, haz que pierda el pudor de desear que en la hora de mi muerte haya una mano humana para apretar la mía.

Bicis Ajenas I: Nano Sauro




La verdadera razón tras la insistencia de los mosquitos





Noé no los dejaba entrar, pero uno macho y corajudo se coló en el hocico de un puerco y una mosquita, casi muerta, se escondió en la cola de un toro bueno. Por entonces eran compasivos y misericordiosos estos bichitos de Dios. Silbaban de noche y de día, cantaban como un zorzal, tomaban la sopa sin mucha sal y recitaban coplas con rimas consonantes y perfectas. Pero con los caprichos de Noé, se tornaron violentos, perversos. Para camuflarse, debieron dejar afuera del arca, las cuerdas vocales, los pulmones, el corazón y la lapicera. En el apriete se les estranguló el cerebro. No sólo llegaron tarde a la distribución, la coyuntura les jugó una mala pasada y les cambió la metamorfosis. Ahora meta joder, meta hinchar los pezones. Y se tornaron malditos, hasta bravucones. A veces se ponen agresivos, es cuando se sienten los patrones y logran controlar el humo a su antojo. Ni se esconden, se muestran desafiantes y hasta meten miedo.
Dentro de todo tuvimos suerte. Porque los más ponzoñosos se fueron al África y a la selva amazónica y hasta acá llegaron los más inocuos. Aquellos propagan la malaria entre los negritos lindos, para que los lindos también sientan el rigor. Éstos, no llegan a matarte, un poquito de dengue, pero nada más y aunque sin agredirte, te zumban con sutileza, te agobian con delicadeza, te rompen la paciencia, tal cual mi amiga Roberta. Si hay algo que les envidio a los mosquitos es la tenacidad, la perseverancia, el empeño, la rebeldía, la liviandad, la obstinación, la intuición, la libertad, la agilidad, la insolencia, el entrenamiento, la capacidad de volar, pero nada más.
De todos modos, la culpa no es de ellos, ni de los sapos, ni de los charcos, ni de Cristina. La culpa de su pertinacia es de Noé.
¿O de Off?



Fernando Sauro










Nano es profesor de italiano, tipo de mundo, sabe repetir la palabra Bielsa y es el primer colaborador en la serie "Bicis ajenas", con el titulo del texto escribió nomas...

Fragmentos!

Sucede que no hay fin en este tipo de historias, son erupciones violentas del cuerpo que se saben esconder en textos que empiezan y terminan; desde siempre abandonando en lo que sigue la sensación trágica que sugiere el sin sentido llano y la idea probable que nada empezó ni terminó, aún cuando tan fehacientemente un punto se plante honesto, despidiendo como un pañuelo al lector que ahora se aleja, a la vez extrañado, a la vez ofuscado e irreversiblemente herido.

Oracion del remanso! (de Fandermole)




http://www.youtube.com/watch?v=2mfzfHWy83A





Soy de la orilla brava,del agua turbia y la correntada que baja hermosa por su barrosa profundidad,


soy un paisano serio, soy gente del Remanso Valerio,que es donde el cielo remonta vuelo en el Paraná.
Tengo el color del río y su misma voz en mi canto sigo del agua mansa y su suave danza en el corazón,


pero a veces oscura,va turbulenta en la ciega hondura y se hace brillo en este cuchillo de pescador.
Cristo de las redes no nos abandones,y en los espineles déjanos tus dones.


No pienses que nos perdiste, que la pobreza nos pone tristes, la sangre tensa y uno no piensa más que en morir,


agua del río viejo llévate pronto este llanto lejos que esta aclarando y vamos pescando para vivir.
Llevo mi sombra alerta sobre la escama del agua abierta


y en el reposo vertiginoso del espinel, sueño que alzo la proa y sube la luna en la canoa y allí descansa hecha un remanso mi propia piel.
Calma de mis dolores, ay Cristo de los pescadores!Dile a mi amada que esta apenada esperándome,


que ando pensando en ella mientras voy vadeando las estrellas, que el río esta bravo y estoy cansado para volver.
Cristo de las redes, no nos abandones y en los espineles déjanos tus dones.


No pienses que nos perdiste, que la pobreza nos pone tristes, la sangre tensa y uno no piensa mas que en morir,


agua del río viejo llévate pronto este llanto lejos que esta aclarando y vamos pescando para vivir...
Agua del río viejollévate pronto este llanto lejosque esta aclarando y vamos pescando para vivir...

...

Una oración



Una oración (en sí) no dice mucho, fíjese que (en sí) no dice nada; sucesión de adjetivos y pronombres y comas y adverbios y artículos y sustantivos; simbología organizada figurando retratos y astrólogos y peces y barcos y moscas y atajos; delineando zaguanes, moteles, paseos, edictos, dilemas y tigres y laberintos (sin duda entre demás cosas por el estilo); ergo, preste especial atención a la hora de enfrentarse con alguna de estas presuntuosas cadenas de vocablos, tenga muy en cuenta que una oración suele urdir afirmaciones falsas, que una oración (en sí) nunca dice demasiado.

Decálogo para escribir como la gente




A ver, por comenzar, decir estos diez puntos no son afines al objetivo de salvar el mundo, hay medios otros, tanto más directos, un papelito en el tacho correcto, hablar sólo de a ratos: no crea lector usted, siguiendo al pie estos diez puntos que ahora se dejan entrever como la luz por los umbrales, vaya usted a conseguir cosas del rubro de lo majestuoso ¡Alejado de lo genial lo majestuoso!
Por eso: caliente una pava, abuse, una exageración de agua, haga mates o compre estampillas, comience una colección, charle, del clima, use palabras con k, repita cada frase a su vecino, dejese llevar en el susurro del viento. (Escuche) No se llene, escuche, de esperanzas vacías y sin ritmo, estos puntos no salvan vidas, no pretenden tampoco sanear el mundo, evitar la lluvia en los casorios, el grano en la frente, son meras, lisas sugerencias, pretenden, intentan ¿sabe? Llegue usted a escribir como la gente-

1- Primero no escriba, mejor sienta que escriba, diga que escribe, asista a talleres, lea en voz alta, repita cien veces la palabra Lispector, engáñese en la certeza de que sí tiene algo que vale la pena decir y vaya a lo que sigue, ahora tiene que empezar y hacen falta materiales.

2- Hará falta papel y lápiz para escribir, hoy en día es común el uso de PC’s de escritorio, de notebooks. (Este punto se refiere a los materiales necesarios para escribir, puede pasar ahora, sin culpas claro, al siguiente punto del decálogo, punto 3)

3- De la postura del cuerpo, de las maneras de observar el papel:
¡No escuche consejos vanos! Nada lo obliga a disponer el cuerpo de una forma exacta a tal forma, a tal otra, a tal… no hay ortodoxia pues, puede escribir sentado, mientras se pierde el domingo entre bicisendas, en el cole, en la ducha, o preste atención: ese instante en que la radio favorita se pierde entre litros y litros de estática, esa carrera por huir del ruido blanco, saber notas y no arena suspendida en el aire, piense en eso, la urgencia, el encuentro, quizás lo ayude. Resumiendo: es terrible todo esto. Usted escriba (mejor sería una buena postura, la columna, respaldar, pero que no la haya: una pena… confórmese)
Y mire el papel al escribir, eso siempre.

4- Hablemos de la inspiración… viene (esto es sabido, lo lee en cualquier libro de medicina) de una contracción del diafragma, algo por el estilo, presiones, contra-presiones, el aire ingresa al cuerpo, que bien se siente, profundo, olor a lavanda quizás, con fortuna. El resto es pura suerte, que algo valga la lectura, que algo no, que sea mucho más hileras de hormigas que texto. Suerte. Inspiración también, cierto, es que para escribir precisa movimientos, venas, sangre, oxígeno que recorra cada uña, necesita usted respirar.

5- Cuando nada para leer, es común aferrarse a lo que sea, revistas que hablan de gente que se engancha con gente que se engancha con otra gente, eso si de repente no hay un libro dando vueltas que sí valga la pena, que usted lo copie, que no se de cuenta y ese hecho de transcribir le pase de largo como un 115 hasta el borde, síntesis: no se desconcentre, obligue a su casa, cobije libros entre las plantas, bajo las camas, entre los muebles, sobre y a un lado de cada estantería, busque tapas vistosas, juegue con los colores, queda lindo decir de tal autor esto, de tal autor tal cosa, entonces: eso. Juegue con los colores.

6- De la forma de hilar las oraciones:

El hijo del maquinista no anticipaba, esto podía suceder.
La mañana era fría, la ventana amplia ¡El verano moría tan de golpe!
¿Pero qué decir? Si nada más que cenizas la habitación, Braulio se acercó a la ventana.

Estos son meros ejemplos, no haga caso, lo cierto es que no es justo abusar de los adverbios, los conectores son uso, nunca finalidad, un adjetivo le puede salvar la vida (no el decálogo, espero eso este claro, le juro, es de no creer lo que pide muchas veces la gente)

7- Cuando nos referimos a un texto enseguida pensamos en un escritor, lo menos cercano a un libro es el escritor. Hay entre medio una bolsa, una marca, dinero, antes una caja registradora, la persona que sonríe y le pide monedas que escasean, ya lo sabe, un mostrador repleto de libros, uno (el que contiene el texto). Antes: una caja llena de libros iguales, cinta scotch, un camión, el conductor del camión que habla incoherencias y escucha música de otras épocas, Troilo, Sosa, algo de eso, un centro de distribución, una imprenta, un editor, toneladas de mails, tachar, borrar, llamadas a celulares (más costosas que las otras), un contrato, ¿un café por cada libro que venda? Se arma un lío barbaro y mejor nunca tocar estos temas, los escritores son quisquillosos, a un escritor nadie le cae bien, nada le viene bien, eso si es de veras un escritor, pero no se asuste si de repente no extrae conclusiones de este punto, en algún momento creí yo también lo más cercano a un texto era un escritor, sin embargo es cierto, se lo acepto, este ítem no lo ayuda a escribir mejor, touche, le pido perdón.

8- Acerca de los temas a tratar, los que no:

Es delicado, vivimos en un mundo de susceptibilidades puras, concretas, en fin, no toque el asunto tal, no diga en quien cree, le prometo, he sabido de gente que usa cruces, ¡no por eso deja de escribir! Muy por el contrario, crea en alguien, crea en algo, luego le cambia el nombre, lo esconde entre metáforas (me olvidaba, las metáforas también salvan vidas), de repente es usted hablando, nadie se da cuenta, y de nuevo copia, la idea del 115 que pasa de largo. Si es peronista: no lo incluya en las solapas. Descríbase altruista, disfrute de los deportes extremos, invente un personaje, hágale decir en cada historia una frase del estilo: solo nacemos para ser libres o el mar es sólo consecuencia en la finitud…

Resumen: Usted no es peronista, nunca lo fue. Si dice Jesús, sea este uno nacido posterior a los ’90, el granizo es algo terrible y ahí vamos, siga, siga, no se apene.

9- De cómo proceder, donde empezar:

Punto clave.
Copie y mienta, hasta que no sepa quien es quien, dónde está usted, cuando empezó esta burla, ese hilo perdido ahora en una sola idea. Y tal vez nunca valió la pena, desde el mismo inicio, jamás, es cierto, puede que haya sido todo en vano, las letras no sirven, las líneas no sirven, la hoja, todo en vano ¡Con qué fin preocuparse! Toda letra es negro sobre blanco, nadie busca verdades, todos buscan verdades, pocos saben lo que quieren, entienden lo que buscan. Copie descaradamente, corrompa los templos de lo intocable, piérdase en rimas cursis,

Se acercó al malvón,
Hizo caso omiso al corazón

(Es todo una río de sumas, siga, no se apene)

La rima no sirve, la va a usar en los inicios, lo va a notar después, va a ser una molestia en un principio, se va a hacer más fuerte, van a dolerle ambas manos primero, algo como un comezón (pero no es comezón) se va a adueñar de su espalda, va a saber la rima no sirve, la molestia cesa, (aunque no se va nunca). Va a necesitar del ritmo, algo así como un credo, la molestia cesa con los años.

10- Y ya fue muy lejos, prometió cosas, no las cumplió; critico cosas, las disfruto, escribió montones de poemas, (no había necesidad), de golpe siente tal cosa contradice tal otra, y dos palabras nunca podrían ir juntas pero están juntas, ya esta hundido hasta los hombros entre letras, llora sin consuelo, recuerda las tardes alegres, el sol bañando las costas, el azúcar y los cigarrillos, se apena, llora, sigue, dios, es tarde para usted mi amigo, lo siento, grite cuanto le de el cuello, dios, le ha pasado a tantos antes, no se crea perdido, lo está es cierto, de alguna manera está perdido, está en lo correcto, créalo con cada muela, es escritor ahora y está perdido y no es peronista y es terrible.

Homecoming





//Homecoming







Lenta en su caer, en sus rizos tibios tristeza y espera juntas, la calma de las gotas, el sabor de truenos bajo techo, esa: tentación por películas que ya se vieron, de eso nada.
Ella, tan terrible lo que cuento ahora, nunca supo nada de esto, (nada, nada).
El tiritar de grillos que no son grillos, el repiqueteo constante, plic plic, otra gota, otra, esa, la, bruma, inmediato el después, y es un manto, una ola, la memoria de un abrazo, cataratas domésticas, pero, “cielo santo” dice mi abuela, nada supo de esto Micaela.




Vino a mi ayer, esa sensación del querer salvar, del poder hacerlo. ¿Cómo inventar/ (encadenar mas bien), palabras que son letras, que es el negro frotando con calma una hoja, y decir lluvia, que se entienda: no es L no es UV nada tiene y tendrá que ver con este retorcer pretencioso de líneas, no. Eso que yo sé detrás del cuerpo, por delante, y un rayo surca el aire como una idea y me remonta quien sabe a cuando me lleva esa ida ficticia, viendo en el aire surcos húmedos en el aire, serpientes líquidas ondulando al viento, aire en viaje que sí conoce Micaela, sí lo sabe, entiende del aire corriendo, entonces: ¿por qué no?, empezar por eso, iniciar en el viento, una punta en un ovillo, rogar esa punta de lana sea un avanzar de lana. Un sweater de lana, un gato atacando un ovillo de lana.




Es que Micaela sabe del viento.




La golpea firme, invisibles golondrinas se estrellan sin consuelo en los pómulos, y es el vestido algo informe que se agita en sus huesos, el pasto ayuda en un vaivén melódico que remonta a la lluvia, a la lluvia le aclaro, y los saberes se acercan, ¿por qué no hablar de eso que no es brisa, pero parece tanto la brisa, y dibujar alguna idea de lo que la lluvia? No letras, no poesía: ese intento por decir cuando veces pocas vale la pena decir. Mejor hablar del viento




Sucede Micaela sí conoce el viento.




Lo ve, danzar un diario que no es el de hoy, es el viento debajo, delante, detrás del cuerpo: vale la pena se dice y es de nuevo el sentir, es su vestido agitado, no será la lluvia: repite, ¿vendrá alguien con palabras para con el viento? Si lo siente en cada dedo, lo palpa, en su mirada (cierto) se esconde, y no son sus trazos más que consecuencias, insalvables como el otoño, la humedad y los feriados.




Es que… De más decir Micaela nada sabe de la lluvia…
Distinta (no tanto) al aire corriendo.




Y los hombres admiran sus molinos, creen entender al viento y dirán: esta ley, o esta otra lo gobierna, y dirán Newton, dirán clima, harina, viento, y hablarán poco, casi nada hablaran de Micaela, ella entre tantos, tan poquísimo sabiendo de la lluvia, de las gotas, de los grillos, cataratas domésticas, algo de eso.

Formas de estructurar discursos pero sin imaginar a nadie desnudo



“De todos los días, de mi escuela tanto querida”, (comienza)
Y en seguida esa sensación, el pecho esas ganas de no…
“dejo los días aquellos que…”
Pero la garganta seca, esa muerte en las sienes, entoncesesa esa esa manía de no decir
“no me olvido de los días esos, la dicha de esos…”
Oh dios, ese mal agüero de querer explicar y no: no es eso
“recuerdo mis tardes de joven, mi destreza para los riesgos y…”
¿Algo más que torpeza, si en cada letra el titubeo de una llama, quien más, qué más para: agregar…
“se vuelve presente cada pasillo de esta, grata, intensa institución, me complace…”
Claro que no, nada de mí en ese insulso sentido, nada de feliz en mí yo de antes, los pasillos,….
“ anunciar entonces…”
Pero triste para todos esta, la, llegada de los hombres a otros roles nuevos
“esta designación es para mi…”
El sol, ya no sé yo del sol, en este mar de oscuros, yo nada más que sombras y…
“un deseo que arrastre con los años y me siento orgulloso, finalizo…”
Qué mas que resignarse, si no más nada que resignar sea este el porvenir nuestro, el acatar lo que llega y…
“agradeciendo, era mi deseo”
¿saben? Porque nadie de veras sabe que hago aquí
“ser su nuevo rector”

BiciSendas

Primer post que no dice nada, esta vacio, la idea es un prueba, en fin, poner algo debajo del titulo con el solo de fin de.... eso.

BiciSendas...

Estamos vivos y es lo unico que necesitamos para empezar. J.Leeds