Primero/Segundo/Tercer Mundo

Acerca de Domas



…aceptando que en lo que respecta a la doma


de letras y palabras es llano lo que se dice,


vastísimo lo que uno podría llegar a decir…







Pocas son las veces en que Manuel habla y Natacha ecschua pero ndaa etinnede. Más frecuente (diría que mucho más frecuente), es que sea ella quien construya rebuscados discursos aludiendo a sus emociones, explayándose sobre su íntima manera de sentir. Claro que por eso ratos suele Manuel peerdrse etnre ttana ida y veinda, conufniddo e imnesro en tal mrañaa ed rdees surepupseats, en plarabas ipmrecsias cmoo "aomr" y "fturuo" y "juntos".


-Yo a vos no te importo Manuel. Me invitás con una peli solamente para no sentirte culpable, y es porque muy en el fnodo lo qeu vdaderemerante bsucás es tnereme creuqita, ahí. Por si lsa duads y cerquita. Tenerme ahí Manuel. Como se guarda un par de medias secas en la mochila, por si llueve o por si los charcos. ¿No? Y yo epsreo en los csotaods de tus días. Es mi escondite el por si acaso.


Manuel observa con la mirada fija en alguna grieta del pavimento. Él no es de los que razonan. No señor. Suele ser más intuitivo Manuel, entonces Manuel intuye. Adivina que esta falencia de compresión suya es probable no vaya a disolverse nunca, y quizás también (presiente), con el tiempo todo se haga más confuso, hasta que decida de una vez aceptar la realidad masticada al decidirse por Natacha.


Sin embargo se molesta, sí que lo hace. Se molesta. Y es que cuando Manuel invita a Natacha al cine piensa en el cine, en ir con Natacha y en el cine. Manuel pcoo se cuseitnoa aercca de lo qeu peude praerecr o lo qeu no o si las mchoilas o si lso cahrcos.


A veces Manuel grita. A veces Manuel se enoja y cuestiona todo lo que se da por dado, grita o mira a Natacha con recelo (eso a veces). A veces no es siempre y Manuel siempre se decide por pedir disculpas, acepta que siempre suele ser mucho más que a veces.




  • No Nati, yo no quise, yo no entiendo. Escuchame. Yo te quiero.

Las luces se apagan, pasan los trailers, pasa la peli, y de repente todo lo dicho se agolpa en alguna parte de la garganta de Manuel. Presiona cuerdas. Empuja conclusiones. Provoca. Incita y domina a un Manuel que ahora se esfuerza por caminar sin desviarse. Lo hace mientras comienza a sentir aquel frío brotar de la mano que sujeta con la disciplina del abandono.


Se repite Natacha, Natchaa, Ncahtaa, Nchtaaa.


Nacthaa, Ncahtaa, Ncthaaa, Nchataa.


Entonces el nombre pierde ritmo, y se apaga, y se dobla y ya no tiembla como el otoño en cada sombra.


Se repite Ntcaaha. Con esfuerzo se repite Ntaacha. Natacha repite.


Vuelve a sentir Manuel entonces. Vuelve y percibe por algún instante aquel vibrar ligero, vibrar que se confunde con el mañana hablamos, con el beso fugacísimo en la mejilla; zonceras que a su vez se enredan con la sonrisa desplegada de Natacha, con el apartarse disperso en saltos y la libertad propia de una palma que saluda.


-Es una pena darse cuenta – musita Manuel en voz muy baja – y también llegará el día en que aún las palabras se resignen a su doma...


Ah, pero Natacha no escucha, eso es claro. Ciertamente son poacs las veecs en qeu Maenul hbala y Natacha ecschua. Ella frena, guiña un ojo y suspira (suele ser ese el papel de Natacha); ella fnrea, gñuia un ojo y supisra. Lo hace justo antes de ampararse detrás de la puerta que implacablemente gira. Gira y silba y resuena. Y son sombras las que se ciernen celosas como eucaliptos; y la ocultan o la encierran. Abandonando a Natacha en ese infinito difuso tan propio de las olas, del tiempo, aún de la muerte y el desaparecer.





Estares





Está el camino que une Arroyo con Villa Constitución





Está el mar que se viene- de - la - luneta







Los pájaros que se ven siempre, el árbol que se ve siempre, están el color otoño y los bares céntricos









  • También pensemos en los mosaicos, en la forma que tienen los estuches y los lentes, en las maneras de pedir perdón, perdones, eso es:




Están todos





Dicen: - Acá los que estamos y estaremos, la maceta del quinto, los laureles en aquel escudo de bronce.





"y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria"





El reverso, el anverso, el converso, y el sinfín de girasoles qué manera esa de revolver el alma con amarillos tansólo eso decir no se cree asíal borde de la ruta ¿para qué?¿con cuál fin/a/li/dad? De modo que está todo, disperso es cierto, esa ola de olvido nos priva de decirlo todo el tiempo,





Repensarlo un lunes





Estimarlo un martes





Están todos





estoy vos





estas yo.





están, todos están

Fuga










Sucede que a veces la marea de pasos me lleva con destino al sur, ando, mis pies uno a uno orientados al cardinal más bajo, la ciudad se muestra, “esto es vida” dice alguno de nosotros, convivimos, yo lo pienso distinto, me van los algoritmos, la suma implacable, el resultado uno, la ciencia que no cree, no creo: nada de ambiguo es parte de mí, soy diverso y qué hacer si me distrae ahora en el camino aquella melodía de tres notas: Sol Do Re, soy de pronto yo, ahora, odiando la estructura, abrazando la curva inexacta que calza el borde de las uñas, soy nada de lo otro, y aborrezco la integral, la recta entre dos puntos, se me adhiere al cuerpo la prosa de poetas brasileras, caminando al sur imagino no existe más que la prosa brasilera, son versos los que me cruzan como espinas y de nuevo la rutina del otro se me llega con la mañana del primer día, soy todo cuentas y esto aquí, aquello allá, no hay tiempo para el hacer nada, para este sol de jueves que se pierde entre cortinas de oficina, mares de fechas, rojas, el zigzag de la tarde, la vuelta a esas tres notas, a un espacio vacío de formas, de cuadrantes puros, y puedo disfrutar de Lispector diciendo: “Tengo miedo de escribir, es tan peligroso. Quien lo ha intentado, lo sabe. Peligro de revolver en lo oculto y el mundo no va a la deriva”



Y eso mas que ninguno lo entiende el otro que es el nosotros, y advierte al grupo los peligros de ser libres, de ser llanos, de no detenerse nunca en el mañana. Sucede los otros, nosotros, soy tan simple, yo: el otro, y lo escucho hablar de sumas implacables, de oficinas, de futuros sin sol, sin do, sin re. Y ocurre de a ratos que somos algo distinto, en la convivencia hemos perdido nuestros rostros, sabemos mucho y lo olvidamos, nuestra raza, somos una para unos, somos una para otros, y vivimos en la siempre fuga del que ignora las formas y su rumbo.



Caminamos al cardinal mas bajo imaginando lo suave del paisaje, a la vez el método que regula la onda verde en horarios pico, somos nada en la contradicción, tan de a ratos parte de lo mismo, y la memoria se nos mezcla y nuevamente olvidamos el nosotros, y somos uno, quien sabe con que uso, para quien, hasta cuando.



CAp XXI - Saint Exupery




Al día siguiente volvió el principito. -Hubiese sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.

Miedo a la Liberación - Lispector....



Paisaje con pájaros amarillos
P A U L K L E E


“Si me detengo demasiado mirando Paisaje con Pájaros Amarillos de Paul Klee, nunca más podré echarme atrás. Valor y cobardía son un juego que se juega a cada instante. Asusta la visión tal vez irremediable y que tal vez sea la de la libertad. El hábito que tenemos de mirar a través de las rejas de la prisión, la comodidad que trae aferrarse con las dos manos a las barras frías de hierro. La cobardía nos mata. Pues existen aquellos para quienes la prisión es seguridad. , las barras un apoyo para las manos. Entonces reconozco que conozco pocos hombres libres. Miro de nuevo el Paisaje… de Klee y de nuevo reconozco que libertad y cobardía estuvieron en juego. La burguesía total se derrumba si se mira Paisaje con Pájaros Amarillos. Mi valor, enteramente posible, me amedrenta. Comienzo incluso a creer que entre los locos hay quienes no lo están. Y que la posibilidad, la que verdaderamente lo es, no es para ser explicada a un burgués al cuadrado. Y a medida que la persona quiera explicar se irá enredando en palabras, podrá perder el valor, y estará perdiendo la libertad. Paisaje con Pájaros Amarillos no pide siquiera que se lo entienda: ese grado significa más libertad todavía: no tener el miedo de no ser comprendido. Mirando la extrema belleza de la pintura calculo qué ocurriría si yo perdiera por completo el miedo. La comodidad de la prisión burguesa me golpea tantas veces la cara. Y antes de aprender a ser libre, yo lo aguantaba todo –pobrecita- y sólo para no ser libre ”


CLARICE LISPECTOR
REVELACIÓN DE UN MUNDO p. 163
(que bueno no?)

Aclaraciones

No he dicho pocas mentiras y mi sombra tiene una forma oscura, bordes inconexos que no comprendo, - es tan poco lo que he hecho de mis días-

Y Conservo esa tediosa manía de mirar lejos y a los ojos, ese color de cabello que no deslumbra ni dura, esa razonada moda de caminar sin medias.

(desconozco el terror de los hombres)

Pierdo el hilo a menudo, tantas veces me distraigo con algo otro, y me detengo, soy tan torpe para las despedidas, el trabajo es algo malo y he olvidado hace tiempo cual eran mis formas de escribir. Y me miro al espejo tan de vez en cuando, nunca; los cordones desatados, la sonrisa a pedido, las camisas rotas, el camino incorrecto, y una cascada de vicios y modismos que llevaré a la rastra hasta el día último, jornada esa en que los cuerpos dirán basta y ya no habrán gritos, ni modas, ni guerras, ni ríos, ni sombras, ni sesgos: nada de eso habrá.


BiciSendas...

Estamos vivos y es lo unico que necesitamos para empezar. J.Leeds