Como Gotas de lluvia - spektor


Poca importancia tiene el tempo, bpm, ese tipo de cosas en esta melodía llana, llena, y no modula, ni exagera los arreglos, simple verborragia musical que lo llena a uno de ganas de mirar la nada. Capaz les guste, es lindo cuando a uno le gustan las cosas...

Fin

Una historia breve que incluye insectos, un aula, ese tipo de cosas.,,



De modo que no hace falta mucho, ya va que el mosco da la vuelta al brazo que lo intenta alejar con un espasmo y un arco, el joven continua con la vista fija en el color rojo del pelo que brinda la chica, suave su mirada dirigida al disertante que comienza un nuevo tema y pide opiniones a la sala, pero el mosco ya está algo más lejos, acróbata se deshace en una vuelta de ocho, atraviesa una mano alzada hacia el vacio y se derrumba en picada, cae, demorando el suspenso antes de tensar su cuerpo oscuro en un arco y subir entre las sillas hasta la altura de los hombros, zetas y zetas y el hombre de barba se empecina, en su nariz el mosco, libre el mosco raspando la dermis y el riego del golpe directo en la cara lo obliga al sacudir, el cuello en vaivén y el joven apoya su codo derecho y descansa su mirada en el millar de alambres colorados que bailan libres con cada línea escrita en el cuaderno de apuntes de la chica, ¡ay! el suspiro antecede al pasar del mosco que gira como un trompo, se suspende ante sus ojos, es tan, piensa él en la maravilla del mosco, como un vacío inmóvil de transaparencia agilísima sus alas, se distrae y la chica gira, lo observa al pasar, como a la nada, como al pasado que eran, se pierde su asombro entre los cuerpos inertes del aula, el mosco y las ventanas que ya prescinden del sol y la tarde, de nuevo pide el profesor por opiniones como ofrendas entre las cortinas que se sacuden, una suerte de alivio a las horas vencidas por el oscuro vicio de la noche, habrá tormenta, el mosco interrumpe su vuelo, se deja caer en el libro de texto, el joven lo mira entre el papel y la tinta, algún día, se dice: algún día.



Pío Baroja


La Busca (fragmento)


Acaban de dar las doce, de una manera pausada, acompasada y respetable, en el reloj del pasillo. Era costumbre de aquel viejo reloj, alto y de caja estrecha, adelantar y retrasar a su gusto y antojo la uniforme y monotona serie de las horas que va rodeando nuestra vida, hasta envolverla y dejarla, como a un niño en la cuna, en el obscuro seno del tiempo.

Poco despues de esta indicacion amigable del viejo reloj, hecha con la voz grave y reposada, propia de un anciano, sonaron las once, de modo agudo y grotesco, con impertinencia juvenil, en un relojillo petulante de la vecindad, y minutos mas tarde, para mayor confusion y desbarajuste cronometrico, el reloj de una iglesia proxima dio larga y sonora campanada, que vibro durante algunos segundos en el aire silencioso.

¿Cual de los tres relojes estaba en lo fijo? ¿Cual de aquellas tres maquinas para medir tiempo tenia mas exactitud en sus indicaciones?El autor no puede decirlo, y lo siente. Lo siente, porque el tiempo es, segun algunos graves filosofos, el cañamazo en donde bordamos las tonterias de nuestra vida; y es verdaderamente poco cientifico el no poder precisar con seguridad en que momento empieza el cañamazo de este libro. Pero el autor lo desconoce: solo sabe que en aquel minuto, en aquel segundo, hacia ya largo rato que los caballos de la noche galopaban por el cielo.

Era, pues, la hora del misterio; la hora de la gente maleante; la hora en que el poeta piensa en la inmortalidad, rimando hijos con prolijos y amor con dolor; la hora en que la buscona sale de su cubil y el jugador entra en el; la hora de las aventuras que se buscan y nunca se encuentran; la hora, en fin, de los sueños de la casta doncella y de los reumatismos del venerable anciano. Y mientras se deslizaba esta hora romántica, cesaban en la calle los gritos, las canciones, las riñas; en los balcones se apagaban las luces, y los tenderos y las porteras retiraban sus sillas del arroyo para entregarse en brazos del sueño.

IDEas como Conejos...

"Ideas are like rabbits. You get a couple and learn how to handle them, and pretty soon you have a dozen."
John Steinbeck


Nuevas Alejandrias!


La UNESCO lanzo la Biblioteca Digital Mundial. Hace unos 8 años se fundo la nueva biblioteca de Alejandría, un remake de la que fue quemada en el siglo III (siempre se discute a manos de quien) y que fue el centro cultural mas importante de la Antiguedad. Una vez me contaron que cualquier barco que pasaba cerca de la ciudad por esos tiempos, tenia la obligacion de vender todos los libros que llevara encima... siempre me parecio copado eso.




Bueno, aca paso el link, esta muy bueno


El dato es de Teru...Gracias!

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Qué hacer con las nuevas armonías!

Viejos los trapos? - La sentencia/Wu Ch'eng-en - SXVI


Aquella noche, en la hora de la rata, el emperador soñó que había salido de su palacio y que en la oscuridad caminaba por el jardín, bajo los árboles en flor. Algo se arrodilló a sus pies y le pidió amparo. El emperador accedió; el suplicante dijo que era un dragón y que los astros le habían revelado que al día siguiente, antes de la caída de la noche, Wei Cheng, ministro del emperador, le cortaría la cabeza. En el sueño, el emperador juró protegerlo.

Al despertarse, el emperador preguntó por Wei Cheng. Le dijeron que no estaba en el palacio; el emperador lo mandó buscar y lo tuvo atareado el día entero, para que no matara al dragón, y hacia el atardecer le propuso que jugaran al ajedrez. La partida era larga, el ministro estaba cansado y se quedó dormido.

Un estruendo conmovió la tierra. Poco después irrumpieron dos capitanes, que traían una inmensa cabeza de dragón empapada en sangre. La arrojaron a los pies del emperador y gritaron:

-¡Cayó del cielo!

Wei Cheng, que había despertado, la miró con perplejidad y observó:

-Qué raro, yo soñé que mataba a un dragón así.




EL hábito.


No lo sé con seguridad,

creo sí haber perdido el hábito:

antes era distinto y me remontaba como la niebla en una palma abierta

se hacía la noche

yo creía aún no oscurecía: entre las gentes

venían riveras de ojos sin calma

a mí, era bueno y en el calor de un guiño perdía mis tiempos

Hay una hilera de fresnos color rojo sangre camino a General Lagos,

basta con girar pasadas ya las grietas y trenes

se abre ausente entre la nada y los trigos

Ya no voy a sentir lo que aquella vez al verla

Ni siquiera el caucho y las llamas entre el humo negro,

El rojo tan rojo que muerde

la realidad se mete en el cuerpo

Creo entender: el hábito se me ha ido

ya se ha ido para siempre.

BiciSendas...

Estamos vivos y es lo unico que necesitamos para empezar. J.Leeds