I






Tengo un hombre gris
él nos visita sin culpa
un domingo
un lunes
es el visitante que nadie quiere
yo no sé explicarlo demasiado bien.

Sus falencias son algo así como las mías,
es descuidado
golpea todo a su paso
y cree en la poesía,
como excusa
como calabozo de hielo que aguarda
inevitablemente y luego explota

Magdalena tiene ya su veredicto:
este hombre va a sobrevivir nuestra tristeza
nosotros, en cambio, no lo haremos
eso la apena
y yo me encierro como insecto en una jaula de cristal
cuando este hombre gris entra en casa
y se acuesta en nuestra cama
y nos ataca con argumentos válidos
o simplemente juega al solitario
en el living,
en la sala,
sabe desviar su vista, hacia algún punto blanco en mi pared



Terminal

Terminal




Tipo que tuve un billete.
Lo vi venir a mi mano
desplegado, inmerso
en su naturaleza torpe de papel
Y caminamos juntos, quietos, asustados
del mismo modo nos dijimos
cosas cursi, palabras cansadas, planteos temibles
Paseamos por avenidas,
él no puede entender sean así de anchas
y es sincero, me hizo saber:
No hace falta diga frases que no acostumbro
prometa otro tipo de avenidas anchas
callejones oscuros.
encrucijadas allá tan lejos

Perdimos rastro en la arboleda de Guemes
esa sombra despareja nos hacía sentir menos solos
Pensé en esos trenes que se desploman de sus puentes
El Cabe repite toda caída tiene algo de baile,
deplegado, inmerso,
yo ya no he vuelto a saber más nada de él.





BiciSendas...

Estamos vivos y es lo unico que necesitamos para empezar. J.Leeds