Folosofías de bolsillo....





Porque tampoco se lo que quiero, ni adonde voy, ni lo que busco, ni cuanto me importa. Te tomo la palabra pues: estamos perdidos. Pero de a ratos no lo noto, y veo un tren que me zumba tal cual estampidos de dicha, lo veo venir, lleva el cielo detrás, una nube, otra, el calor se apodera de la frente, de los cuerpos, de la vida en colores que ahora siento venir. Un huracán golpea las costas azules del pacífico, un maremoto invade Japón, los comercios suben y suben y suben sus tickets, la humedad es algo que poco se aguanta. Estamos perdidos decís de nuevo, quizás, puede que no yerres, y se me hace agua la boca, el olor a papa tostada que invade la mesa, mesa, donde, creo, comeremos, papa asada, o no, importa.



Y las burbujas en la soda se me cuelan

y los dientes se me inquietan,

el sol en verano, el sol en otoño, el sol que aqueja y sobrevive a los hombres,

y a sus días y a sus tardes,

y a la gente que nunca sabe lo que quiere, y a la gente que espera la mañana del sábado, y a la gente que arremanga sus camisas. Y a los que inevitablemente, trágicamente recitan discursos intensos a los colectiveros que escuchan.

A los pocos que se dieron cuenta,

a los que entienden

tan todo esta perdido,

a los que lo creen, a los que lo intuyen con las muelas,

a los míos, que no lo saben,

que no lo escuchan,

que casi, tantísimo, poco, nada les importa.



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BiciSendas...

Estamos vivos y es lo unico que necesitamos para empezar. J.Leeds