La Casa de los Bostezos

II "El alero de los almuerzos"


 

    Afuera: pero sólo al capturar los olores de tu casa, curiosos, tus seis patos de fuego…

 
 

Flotando, sobre las almenas blancas del fondo, en cuadrillé, los manteles, por donde una finísima raya de luz alimentaba los pequeños incendios de otro mediodía de franjas.

 
 

Blancas sobre blancos espacios, sobre estambres lilas

 
 

A vos, te pertenecía el alero: el "alerito", como solíamos llamarle;
porque creímos haber visto allí, algún estilo más o menos querido de una sincronía inquieta, latente, casi natural

 
 

cuáles?

 
 

el sonido de las torrajas contra los caños diurnos;

el sonido, o el valor que cada uno de nosotros atribuye a los espacios esféricos que disputan la inversión de cada palmo de la voz.

 
 

Tu lugar, como cayado por el que los dardos de Vasavadatta sienten la oquedad de unos modos todavía lejanos

 
 

tus movimientos

tu gimnasia

 
 

tu espesor constante y la alegría que dispone los cubiertos

sobre la mesa contigua:

 
 

la luz, los efímeros emporios, la felicidad

 
 

y… si algún día no me vieses mas volviendo de la chacra, con lo niños, los plantines y los guantes para el frío de la mañana… y en mi lugar se agitara sólo una aventada hilera de álamos:

 
 

y si el ritmo del almuerzo, de repente, cesara a sus alucinantes multiplicaciones…?

 
 

Blancas sobre blancos espacios, sobre toallas más lilas aún…

 
 

    Se aproxima una tormenta. El olor de las avecillas entre las hijas de las nocheras, nos advierte, que estas gotas son apenas una tímida frecuencia sobre los tallos más fuertes…

 
 

algo se prepara en mi para recibir al viento

 
 

algo, que tal vez explicará que la razón de esta probada somnoliencia es tu perfecta cercanía, tu rarísima voz de "madre" incauta

 
 

…aún no lo sé.

 
 

    La alegría deja que estas pálidas figuras se alimenten en un suave resplandor de maderas calientes.

 
 

no oigo patos en el delta: sin embargo, durante algunos momentos, vuelan frente a la fatiga y la imposibilidad de haber quemado ya sus más limpidos movimientos…

 
 

y se posan junto a vos, que estás hablándole a tu niño indeciso:

 
 

    Está inseguro, Luis, o es aparente lentitud para atrapar mis endiablados chocolates?

 
 

    dejá que al menos su pequeño y fascinado nombre se aproxime hasta estas manos plenas de ritmos

 
 

(Sarmiento, San Antonio,

Guaminí…)

 
 

pero en el cuarto, un resplandor fuera de tono nos hace creer que la hora de las "apariciones" no ha quedado aún a merced de la mentira

 
 

las azaleas de las falsas solemnidades, los estertores, los sagrados desperdicios…

 
 

y… algo más?

 
 

El aroma de la lluvia nos dispersa hacia una charla en la que los pronombres crecen bajo la atrevida ola de las sustituciones, me olvido del tiempo, agita la pava el fondo de nuestro mantel de intima seguridad, nuestra diadema de cotidianidades.

….te dejo mientras arrojo algunos dientes de mi sonrisa al hogar que tiembla, sos tan vos cuando me observas de lejos,

Qué importa entonces si se viene la noche, oscura o tibia entre las frazadas que tejen las horas, si se muere el mundo a lo lejos, si se corrompen promesas, si el futuro un fruto tan tenue como aquel resplandor fuera de tono

 
 

y…algo más? Algo más que la noche para volver la dicha promesa tan sutil que se escapa como el agua entre los dedos, pero que es a la vez un recuerdo intercediendo inequívoco en las marcas de nuestra piel… Se aproxima la tormenta y yo y vos y ellos y sobre nada vos abriras tus palmas, sabemos, tu temple enfrentado al viento. Sabemos dejaras entrar al agua entre las palmas, entre los dedos como una debacle de libertad podrá carcomer alguna parte de eso que tan sabemos es el refugio nuestro al miedo, nuestra excusa propia para entender de donde viene tanta calma que se dibuja en flores y un dintel, que se hace llamar noche,

 
 

…Las hojas aúllan, el patio aulla, el clima aulla en un silbido firme que se vuelve mar hecho de campo, tierra vuelta historias, mates sin gusto, torcidos, lavados, venidos como el viento, que es ya silencio, que es el ya domingo de estas tardes ajenas al cuerpo


 
 

En el fondo de la casa, cerca del parquecito que da contra el amarradero de lanchas, oigo cinco (seis?) golpes de palma.

 
 

Me alarmo, y pienso en ustedes:

 
 

pienso en el fuego; y en como habrán de arder nuestras pequeñas naciones, a través de las raíces… y del agua

 
 

 
 

Paraná de las Palmas, Julio 3 de 1994. 15:30 hs.

 
 

 
 


Juan Francisco Roldán,

nació en
Santa Fe en 1966


  

1 comentarios:

martin k 23 de julio de 2010, 9:22  

buenísimo che, colgué mi propia versión por allá y también dije que se vengan para acá...

Publicar un comentario

BiciSendas...

Estamos vivos y es lo unico que necesitamos para empezar. J.Leeds