1º Feria de Librerías de Viejo de la Ciudad de Rosario
1ra Feria de Librerías de Viejo de la ciudad de Rosario
Los días 16 y 17 de diciembre, en el local de CIDEL, Maipú 835, en el horario de 10 a 20 hs., estará abierta al público la 1ra Feria de Librerías de Viejo de la ciudad de Rosario.
Se ofrecerán a la venta libros usados, antiguos, descatalogados, raros, primeras ediciones, al alcance de lectores y coleccionistas.
Libros de todas las disciplinas y todos los precios
Entrada libre y gratuita.
Invitan:
Librería Amauta
Librería El Lugar
La Pluma Libros
Librería El Caburé
Librería Argonautas
Armando Vites Librero Anticuario
Antigüedades Deportivas
Librería El Pez Volador
Libros Macedonio
¡Los esperamos!
¡Favor de reenvíar!
Mimesis Aguada....
Las novedades del día me asombraron. Recordé que casi nunca discuto lo que dicen los noticieros y eso me hizo sentir normal. Lo observo pasar y acepto todo antes de que caiga la noche. Todo se vuelve una versión torcida de la indiferencia. Hay cosas que no me agradan pero a nadie le importa, pienso que hay cierto glamour en el desinterés y aún no puedo dormir.
El conductor comenta que en Acebal un gato vino al mundo con dos cabezas distintas. Qué pasa si cada una quiere cosas diferentes? Digo en voz baja que eso no tiene ningún sentido. Quiero pensar en algo que me aburra y ayude a dormirme. Pensar: “Los chicos van a estar espantados…” pero sólo puedo imaginar el dilema de un solo cuerpo con dos caminos distintos. Me doy cuenta que no soy ajena a esa tragedia, que yo también estoy sometida por algún tipo de encrucijada.
Escucho mis latidos resonar en el vacío del departamento. Imagino el pasillo, los pisos, el ascensor, la puerta antes de la oscuridad de afuera. Caigo en la cuenta de lo lejos que estoy de todo lo que busco, y entonces sueño con ser un espantapájaros blanco en un campo o esos pastores que sólo existen para ver salir el sol. Me repito: no todo es tan malo. El gato de dos cabezas observa asustado los rostros que lo aplastan en su caja de cartón. Entonces temo por mí y por el animal maldito. Y quiero salir a la calle para abrazar el frío de este otoño que vuela. Y hablar de asuntos livianos con la gente en las vidrieras. Y olvidar que esa dicotomía me encierra como el insomnio en esta noche de nadie. Me digo: no estaría mal que estuvieras ahora conmigo.
Entonces prometo que mañana todo será distinto, y aprieto los párpados hasta que arden, y rezo en silencio por la pena en el alma del felino. Será posible vomitar los nudos que hoy me aferran? El locutor recomienda una novedosa pasta dental, es bueno que el mundo avance a pesar de mí.
Mimesis! Textos cortos, chinos, innecesarios....
Tsui Zen, avisado del fin de la Era Segunda y de su muerte inminente, caminó en soledad por los jardines del palacio. Buscaba encontrar el perdón sagrado a su gobierno de sangre cuando cayó dormido luego de meditar largas horas sobre un atado de ramas secas. En su sueño, Tsui Zen se arrodillaba ante el Sublime y enunciaba las palabras que lo redimían para siempre. Despertó (creyó), con claridad y calma. Escuchó el canto sereno de las tierras prohibidas replicado en el aura de sus ojos. Al llegar al palacio, el emperador vio el humo y las llamas, vio las columnas cediendo ante el ejército sublevado, vio a un hombre arder en postura de súplica a la mirada de todos. Adivinó que ese hombre era Tsui Zen, que el fuego lo envolvía entre la sequedad de las ramas. Comprendió que la redención del calor es un anhelo tan vasto, lejano e imposible como lo es el secreto de la vigilia.
Del Libro de los Conjurados
en 16:07 0 comentarios Etiquetas: chino, gonza, inventos innecesarios, mimesis
Sobrevivientes - Dedicado a Sil: que escribe color Violeta
en 13:44 1 comentarios Etiquetas: gonza, saty, sobrevivientes
Vida, americana, si, claro, para llevar
y el mantel:
tan siniestro como un ruego
quiero ver esos ojos
guiñar
(cable, cocina, living-comedor)
repetir después de mí:
ya lo creo,
soy,
tan,
tan,
feliz.
en 17:43 0 comentarios Etiquetas: can, gonza, sillon de plumas, vida americana
Poesia? Express!
Uno sabe
algo no anda bien
En el rubro:
Vocación
Al momento de ver a ese,
dejar el trabajo
En el momento exacto en que el turno
termina
Caput
Dos
Tres
días
Seguidos
Hago lo mismo
me digo entonces:
Algo
no anda bien
Hay que ver las cosas que pasan
Un tipo se tiro de un Mercedes
detenido
Una mujer sueña
Con ser: aquella
Mira el reloj circular con cautela
se apura en el camino
A casa
"te juro,
lo soñe,
mañana
todo va a ser
distinto"
en 15:05 3 comentarios Etiquetas: express, gonza
A los Posibles Lectores
sentiría contenta si fuese leído sólo por personas de
alma ya formada. Aquellas que saben que la aproximación,
a lo que quiera que sea, se hace gradual y
penosamente -atravesando incluso lo contrario de
aquello hacia lo cual nos aproximamos. Aquellas
personas, sólo ellas, entenderán muy lentamente que
este libro nada le quita a nadie. A mí, por ejemplo,
el personaje G.H. me fue dando poco a poco una
alegría difícil; pero alegría al fin.
Clarice Lispector - Prefacio La pasión segun G.H.
en 13:52 2 comentarios Etiquetas: genial genial, la pasion segun GH, lispector, otros
Porque sí
Si te gusta un color
o el blanco de tejas dormidas
(el viento)
puede que no seas nada usual
A la carga entonces:
y hay un ritmo, se te pega al oído
sabes tararear ida y vuelta
la misma canción.
Ay,
el monótono/el incierto
hace falta decirlo.
Hay entonces un mundo como la duda
te grita el tren, las vías
y ese deseo de irte,
una piedra en el zapato.
No avancemos con pena,
ese escalofrío te brota
ahí, detrás de los hombros
me dice: - Estás vivo
Hay cosas mejores
tiempos mejores
(pájaros, guirnaldas armadas con papel)
Vivimos en el durante
nos perdemos en el cómo
Entendemos,
el soplo ligero de alegría o satisfacción
que nos llama
nos junta
nos brinda,
con la razón exacta/única
del porque sí.
en 17:13 2 comentarios Etiquetas: gonza
Hist4ria 4n par4es - cu4rta p4rte
Pero en el fondo (si reflexionamos a conciencia) hay pocas cosas que no tengan solución. Esto me ayuda a creer que quizás yo misma tenga remedio y tal vez de eso hablaba aquella malabarista en la avenida del Corso, puede que sea ese el gran evento que se acerca. Igualmente no guardo muchas esperanzas. Luego de que M partiera como un pájaro escapando del frío (el frío vendría a ser yo), mantengo un procedimiento simple y que guardo con recelo: no es bueno llenarse de grandes expectativas. Me alegro con pequeñas cosas y abrazo el mínimo desliz de lo cotidiano agradeciendo al cielo y a los signos. M sabía fastidiarse si me largaba a leer el horóscopo un domingo por la mañana, pero yo quiero creer en las estrellas y los planetas y ese tipo de cosas que nos rodean. Quizás relacione ese enjambre de esferas con todo el tema de los malabares y los objetos libres, el aire y el azar tienen todo la carga mística que algo pueda tener. Eso nadie me lo puede negar.
Ayer mientras buscaba el camino al almacén un chico de ojos saltones miraba fijo la cadena de su bicicleta, yo creo que intentaba descifrar el enigma del mecanismo, y su cara se iluminaba como un trueno con cada falso avance o descubrimiento. Puede que alguien alguna vez haga lo mismo, en una lucha concreta por reconocer las claves detrás de mí y los laberintos vacíos de mi funcionamiento, y se pierda para siempre prolongando estos minutos que me unen al chico de ojos saltones. Entonces de pronto gira y me observa extrañado: esas pequeñas cosas lo son todo y hay muy pocos, son poquísimos los que de veras lo saben.
en 8:39 0 comentarios Etiquetas: bicicleta, gonza, malabiarismo
Un comentario nomas
en 17:33 0 comentarios Etiquetas: gonza, parece ser, un comentario
His3t3oria 3n part3es - T3er3er3 3arte 3arte 3arte
Tengo obsesiones. Eso es terrible, pero quien no las tiene y de esto concluyo: la vida entera es terrible. Aún así me resigno en la desesperación como un lugar certero y común, no van a oírme por allí quejándome de las cosas. Nunca. Lo comentaba y viene a cuento por el tema de los malabaristas. M los llamaba estafadores callejeros y hacía una graciosa (a pesar de él) imitación de sus caras empapadas de concentración fingida y corrupción silente. No es mi culpa si los hombres se regañan entre ellos, tengo una obsesión por este gremio de lanzadores-receptores y vuelvo al antes de M, disfruto tanto ese volver a los inicios que me da escalofríos. Es difícil aceptar la existencia antes de M. Soporto las espadas, prefiero el arrojar de esferas de goma o breves elementos de madera o de cristal flotando en el éter, la sutileza del pasaje entre las manos me llena como una lluvia. Puedo encontrar el foco aunque repitan que no es cierto y resulta ser que conozco a una malabarista entre todas que me llama por nombres que inventa (esta claro no soy Gelivetta) y que a pesar del mundo, sabe convencerme en tiempo de semáforo y rojo, que algo grande esta por venir.
Sigue, no va a quedar ahí, eso es obvio
en 16:46 0 comentarios Etiquetas: arcimboldo, gonza, grito hueco, historia en partes, malabiarismo, tercera parte
Hist2ria en part2s - S2gunda p2rte
Hay días distintos al resto de los días. Yo no los tengo. Es mi obligación decirlo: soy una chica bien, y me sumerjo en la rutina uterina, (y pido disculpas por la rima, son dos palabras que necesito decir cada tanto) es un placer inofensivo que mantengo. Y puede ser que hablando de tipos extraños, Arcimboldo, Hemingway, se me haga evidente el hecho, incuestionable la certeza de que hay personas fuera de mí y de lo que soy. Quisiera que más gente conozca a este tipo, italiano, Arcimboldo. La pasada semana me enredé con un chico de aspiraciones grotescas, él pretende ser un creativo en estado llano, yo le dije que no hay nada de puro en la creación, que las mentes se tuercen si se dedican de lleno al pensamiento abstracto. Sin embargo el insistió en su idea como un caballo cansado. Le respondí que le faltaba convicción, que no es buen punto de partida discutir este tipo de cuestiones frente a una mente insensata (soy una chica que raramente entra en razones) y sabía mientras lo decía que me condenaba. Nadie nunca me va a querer como lo hacía M, el recto y prolijo de M, y esa conclusión es vacía y muy probablemente infundada, aún así yo creo que inventar este tipo de miedos, es una tarea absurda y repetitiva que me da causa y me mantiene viva de alguna u otra forma.
Continua... y prometemos, van a aparecer malabarista/s, (muchos o pocos) nunca se sabe con certeza
en 8:19 0 comentarios Etiquetas: arcimboldo, caballo cansado, gonza, grito hueco, historia en partes, malabiarismo
Historia en partes
Quisiera que más gente conozca a este italiano: Arcimboldo
Por este entonces yo voy obsesionada con Irving y los dibujos surrealistas de un tipo italiano que nadie conoce y se llama Arcimboldo o algo por el estilo. No estoy bien, y con eso me refiero al general, soy una persona que “no esta bien” en general. Paso la noche intentando comunicarme con M aunque claro, ya no va a volver a atenderme después de lo que hice. Me cuadran ese tipo de cosas, llamar sabiendo que nadie va a acudir al grito hueco que soy yo, el sin sentido me queda bien, como una ropa usada. También salgo a veces y voy a ningún lado o compro cosas sin saber para qué o voy a casas de copiado e imprimo algo de Arcimboldo. El lunes pasado me hice de unas esculturas para patio, no es raro: sucede no tengo patio donde ponerlas y ahora las dejo en una estantería que sabía estar llena de libros. Los fui prestando y ya casi no quedan, hoy solo extraño una novela de Hemingway en la guerra civil española, el yankee que luchaba con los republicanos hablaba como Hemingway, pensaba como Hemingway, creo haber tenido la idea cierta de que era de hecho Hemingway y esa idea no era original ni lúcida pero aún así me gustaba.
Continúa...
en 15:47 0 comentarios Etiquetas: arcimboldo, gonza, grito hueco, historia en partes, malabiarismo
No al agite
si de repente estamos,
si es casualidad
o designio
si vale la pena
si no
¿a quien le vale el ser?
Fíjese que no estamos para la respuesta
somos un trago largo, un completo estado de culpa,
un ritmo, una pregunta,
y que no se corra la bola
Las cosas
nunca fueron,
distintas
no agite
no inspire
no duerma
no rece
no cuente
y es:
tanto
mejor
así.
en 15:38 0 comentarios Etiquetas: agite, es mejor asi, gonza, grito
No me ama - Cortometrajes!
en 14:59 1 comentarios Etiquetas: argumento para un corto, no me ama
Peores cosas
No hay nada peor que la rima,
eso no es cierto,
hay algo más terrible:
la duda,
y otras cosas que no vienen ahora
al caso
mejor olvidate,
te juro
hacé de cuenta
no dije nada.
en 18:57 0 comentarios Etiquetas: gonza, peores cosas, rima
En el dpto. de enfrente
En el dpto. de enfrente
Hay un chico de rastas
Se peinará, el pelo
con una rama
(dice el vecino a la derecha)
No se puede aguantar su olor a humo
(ríe el portero en mameluco Pampero)
Yo lo castigo con pedidos cotidianos:
guarda en sus cajones de teen rebel
el arsenal de cuchillos y pela papas
que todo joven admira,
con destreza de acróbata (ruso/chino)
lanza elemento cada en un recorrido curvo inter-ventana
maniobra la madera y la cuchara,
entrel caos laberinto de ropa tendida
Y grita: de nada,
y grita: no hay rollo,
y grita: no jodas
Dame dos razones (chico de rastas),
yo quisiera verte distinto, //me enseñaron tan mal,
acomodar esa visión
en un folleto, en un discurso sentido, en un mensaje corto que cruce
este clima frío de miradas
esta insistencia de martes
y apague como un rio el invierno en fuga de voces hambrientas
de corazones tibios y blancos
de conclusiones torpes
el consorcio ruge como el ascensor que habrá pronto que cambiar
(no son las poleas ya seguras)
yo escucho el zigzag oscuro antiguo arenoso en tus parlantes de tercera
(¿esa melodía no hierve en las radios?)
You’re bringing me back to life
You’re bringing me back to life
Y asi.
en 8:58 0 comentarios Etiquetas: bringing me back to life, dpto de enfrente, gonza, rastas
Ciclo/Sendas Unplugged?
en 16:08 3 comentarios Etiquetas: bicisendas, ciclotimia, gonza
Abelardo! - La madre de Ernesto
en 10:39 0 comentarios Etiquetas: Abelardo Castillo, la madre de ernesto, otros
El guardián en el centeno - Robert Burns/Salinger!
A través del centeno, pobre chica, Si dos personas se encuentran Si dos personas se encuentran Jenny es una pobre chica empapada; Este es el poema de Rober Burns del que habla Holden Caufield en mi parte preferida del guardian en el centeno, cuando le dice a su hermana Phoebe que le gustaría hacer de su vida. De mis favoritos libros... No sé si Phoebe entendía o no lo que quería decir porque es aún muy cría para eso, pero al menos me escuchaba. Da gusto que le escuchen a uno. —Papá va a matarte. Va a matarte —me dijo. Pero no la oí. Estaba pensando en otra cosa. En una cosa absurda. —¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? —¿Qué? —¿Te acuerdas de esa canción que dice, «Si un cuerpo coge a otro cuerpo, cuando van entre el centeno...»? Me gustaría... —Es «Si un cuerpo encuentra a otro cuerpo, cuando van entre el centeno» —dijo Phoebe—. Y es un poema. Un poema de Robert Burns. —Ya sé que es un poema de Robert Burns. Tenía razón. Es «Si un cuerpo encuentra a otro cuerpo, cuando van entre el centeno», pero entonces no lo sabía. —Creí que era, «Si un cuerpo coge a otro cuerpo» —le dije—, pero, verás. Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adonde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería, pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura. Phoebe se quedó callada mucho tiempo. Luego, cuando al fin habló, sólo dijo: —Papá va a matarte.
A través del centeno,
Arrastraba las enaguas.
A través del centeno.
A través del centeno,
Si dos personas se besan.
¿Tiene alguien que llorar?
A través de la cañada;
Si dos personas se besan,
¿Tiene el mundo que saberlo?
Jenny casi nunca esta seca;
Arrastraba las enaguas,
A través del centeno.
en 16:54 5 comentarios Etiquetas: el guardian en el centeno, otros, robert burns
Pensar en papel
Y si me miras y no sabes como:
Llegaste hasta este punto y no sabes:
Cuando empezó todo y por qué:
(Caminas y esa fatiga se te viene como un calambre al muslo).
Ya será hora de que entiendas lo confuso en las razones, recapitulemos y es mejor así,
ya hay lunes para afligirse, políticos en carteles, lluvia ácida y carteras de mil + pesos.
Entonces eso no basta y me miras sin saber como
Llegaste a este punto y no entendés: el comienzo de esta fatiga y del todo
Claro que no es tan terrible, creo que no
Supongo: sea normal,
Quizás sea siempre fui tan corto
Y Tal vez (no estoy seguro)
a todo el mundo le pase.
en 16:45 0 comentarios Etiquetas: eso, gonza
Resumen del día de ayer (que no es exacto, no tanto, claro)
Ayer hubo cosas que pasaron: Un tipo dudó si decirle para el cine, para el teatro, si decirle Una mina, (una moneda en la mano) en el cole miró rosario como sabiendo era la última vez Y en esas también: un cartel gigante de va por gobernador ya se fue, caput, no esta más doscientos, por dar números, chicos aprendieron: no se dobla en U. Y un montón de diarios se tiraron, se imprimieron, se leyeron, se juntaron, se tiraron, porque sí. Hays menos gentes solas ens las calles. El ozono no da más: y el merval y los bonos, y el calor de esta tarde se dejo venir como una dicha en los postes, en la cara de alguien que no entiende el porque de los textos, en las sillas, en los trenes: en el techo de un auto, en la parte curva que empieza en la boca, ahí: en el labio y recorre curva, ese blanco inexacto recorrido entre el suspiro y la parte más suave de una nariz.
en 19:12 2 comentarios Etiquetas: ayer, cosas que pasaron, gonza, resumen de ayer
John Donne - Por quien doblan las campanas?
en 7:33 0 comentarios Etiquetas: hemingway, john donne, por quien doblan las campanas
Un cuento - La espera
La espera
A Koky Anton
Se dejó entonces llevar por el eco de los sonidos en el recinto hermético. Sus dedos rozando las paredes húmedas. La llovizna golpeando el tanque en los lados. Una nube gris en silencio, imaginó, viajaría inútil por sobre su cabeza empapada en el mismo momento en que otro golpe de madera vencida se dejara venir desde la casa más abajo. El lugar, igual: la curva breve rodeando sus brazos algo pálidos ahora por la insistencia del agua y el frío. Los había llamado jyva en los ríos de Iturbe, se había bañado con los dueños de esa otra lengua perdida por el cemento y la faena de la metrópoli, respondiendo a la sonrisa ingenua con la mueca torpe del blanco. Ahora esperaba en este presente de Asunción, los había pensado de a uno: cualquiera de los tres hombres abajo, se dijo, llevaría un fusil colgado en su hombro derecho, largaría en susurros “por aquí no”, anunciaría a través del cigarrillo ya gastado que no hay rastros de Augusto en el sótano ni en el patio trasero. El segundo no giraría la vista, más ocupado en descuartizar los cajones de la cómoda, exagerar la búsqueda y los movimientos, convulsiones violentas y concentradas en el refugio donde la única foto de los chicos en Iturbe, dónde todo era lo mismo, y el día era la calma. Porque el líder permanecería alerta y silente, apostado en la poltrona que descansa a un lado de la puerta de entrada, vigilaría el operativo acariciando automáticamente la medalla gastada de algún santo sobre su pecho, San Jorge a caballo, San Francisco atestado por pájaros grises. Sería gordo, puede que sea gordo. Arriesgó que no habría forma de que cupiera en su tanque de agua, se alegró en la sutileza de su abdomen, en la existencia y las alternativas.
Se había despertado pensando: con suerte quizás lo hayan olvidado todo, todo y a partir de hoy va a ser distinto. Somos rojos pero iguales a los otros, casi y la mañana pasó en La Redacción como las demás, terminó con el escapar y los techos, el terror y los hombres de pies descalzos. “El final a menudo sorprende” se dijo, mientras aferraba los bordes y la tapa y el rumor de sus huesos crujía agotándose en la espera y sus manos blancas. El primero, arriesgó, se divertiría ahora, muy por debajo del agua confinada, pasando el tapial de losa, el cielorraso de tablas, pateando los muebles, dibujando en la madera figuras geométricas con un cuchillo de mango corto, rombos, estrellas, polígonos corruptos como la mirada del gordo y sus ojos terribles, su manera grotesca de sonreír de lado. Porque volverían con Augusto hundido en una bolsa de yute, lo habría dicho el jefe, darían marcha al Citroen, al Ford, con el tipo adentro, porque del auto sólo sabía él un grito de ruedas rebasando el frente de la casa, el correr y las escaleras hacia la terraza a oscuras, el salto, el tanque, el agua, por alguna razón Ford, se repitió Ford con seguridad, la mínima certeza le dio consuelo frente al tiempo goteando como los cantos del tanque ahora, mientras la lluvia se adentraba por los poros y la calle, y los truenos y la furia de la noche se confundían con la furia de los tipos y el no encuentro y la espera.
En Iturbe amanece temprano, el grito de la mañana se funde con el grito de los vados, de los hombres que nacen como espigas de trigo, como el día entre los árboles sobre el río de aguas que fueron sangre, de las cañas y el azúcar. Dirigía, sintió algo similar a eso, la vela de sus pensamientos, y fue el salto temporal alivio para las piernas cansadas por la postura oblicua en las paredes curvas, observando el negro en el fondo líquido oyó (creyó oír) al gordo llegar a su punto de inflexión, alguna frase seca y de efecto: “si serán miserables” y el primero prendiendo el último cigarrillo del paquete, deseando el fin también o la aparición estridente de Augusto por la puerta, con una bolsa de pan, el cambio en una mano, la cara vencida por el desconcierto de los tres tipos en su casa. Despacio, muy despacio, no darían lugar ni tiempo a preguntas que no hacían falta, si con qué fin, y el golpe sería presto, en la base del estómago, daría un giro y caería para siempre en la bolsa de yute, en el Ford, en el rectángulo sin puntas, porque de joven no había logrado hacerse dueño de los lugares, sabía de la eterna ida y su padre en Iturbe resonaba entre la cavidad redonda que era ahora el refugio uterino de la espera: en el mundo habrá Augusto, gente que llevará tu mente como en hilos te apoderas del movimiento de la pesca, y te irás entre los botes de la coherencia, sabrás reconocer el camino falso, espero, había sabido aislar el discurso tal cual dicho, los santos observando desde el altar, San Jorge, San Francisco, tal y como observaban luego las actitudes en el partido, ese esconderse a la luz de los flashes, ese pensar en las formas y la clase que de veras hace el trabajo, forma este país desde las bases. Lo intuyó mucho tiempo después del diario y La Redacción, ahora aceptó en silencio la certeza de que finalmente el frío proseguía en su tarea lenta e implacable, movió los dedos de los pies sólo para asegurarse de su probable acierto en la idea de los pocos minutos hacia a la nada de la inconsciencia. El segundo finalmente guardaría su ira junto con sus manos en los bolsillos, y el consejo de llamar por radio a la estación le saldría como un eructo por entre los dientes perfectos, porque supo escuchar otro auto detenerse más allá del portón al Este, y las voces de los niños en los campos de caña: Augusto, Augusto, que será, será de ti, el gordo arriesgaría que sólo resta por revisar los techos y la terraza, con esta lluvia, sí, claro que sí. Cada escalón y dejó su mente vagar por entre los ritmos y los pasos, y el ascenso se volvió nítido a través de los truenos: dos tipos subiendo, la tormenta atacando los flancos del tanque, la gente tan amable en el Partido, tanto, su manera de inflar el pecho con cada texto de Augusto. Pensó en los colores tristes de las calles solas de Iturbe, en el aroma a pasto reseco, cortado, en los rostros ajados por el sol y el viento leve sobre las cañas de azúcar.
en 15:34 3 comentarios Etiquetas: anton, augusto, cuento, gonza, koky, la espera, Roa Bastos
Hoy: Posts de relleno - Tema: Llego el otoño! (y algo de Carver relacionado con el otoño)
Del reportaje publicado en Paris Review en 1983 (Mona Simpson y Lewis Buzbee) Traducción, Mirta Rosemberg, Diario de poesía, otoño de 1989:
Me desperté destruido. Dios sabe
dónde anduve toda la noche, pero me duelen los pies.
Más allá de mi ventana, se está produciendo un fenómeno.
El sol y la luna penden lado a lado sobre el agua.
Dos caras de la misma moneda. Me levanto de la cama
lentamente, casi como un viejo que maniobra
para salir de su cama mustia en el invierno y que por un momento
ni siquiera puede orinar. Me digo
que ésta debe ser una situación transitoria.
En unos años, ningún problema. Pero cuando vuelvo
a mirar por la ventana, el sentimiento me da una estocada.
Una vez más, la belleza de este sitio me arrebata.
Mentía si alguna vez dije lo contrario.
Me acerco al vidrio y con lo que ha pasado
entre uno y otro pensamiento. La luna
se ha ido. Se ha puesto, al fin.
en 13:48 3 comentarios Etiquetas: carver, otoño, posts de relleno, sendas