I






Tengo un hombre gris
él nos visita sin culpa
un domingo
un lunes
es el visitante que nadie quiere
yo no sé explicarlo demasiado bien.

Sus falencias son algo así como las mías,
es descuidado
golpea todo a su paso
y cree en la poesía,
como excusa
como calabozo de hielo que aguarda
inevitablemente y luego explota

Magdalena tiene ya su veredicto:
este hombre va a sobrevivir nuestra tristeza
nosotros, en cambio, no lo haremos
eso la apena
y yo me encierro como insecto en una jaula de cristal
cuando este hombre gris entra en casa
y se acuesta en nuestra cama
y nos ataca con argumentos válidos
o simplemente juega al solitario
en el living,
en la sala,
sabe desviar su vista, hacia algún punto blanco en mi pared



1 comentarios:

Lauri 17 de octubre de 2012, 10:06  

Hola, Gonza. Qué lindos estos dos últimos.

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BiciSendas...

Estamos vivos y es lo unico que necesitamos para empezar. J.Leeds