Formas de estructurar discursos pero sin imaginar a nadie desnudo



“De todos los días, de mi escuela tanto querida”, (comienza)
Y en seguida esa sensación, el pecho esas ganas de no…
“dejo los días aquellos que…”
Pero la garganta seca, esa muerte en las sienes, entoncesesa esa esa manía de no decir
“no me olvido de los días esos, la dicha de esos…”
Oh dios, ese mal agüero de querer explicar y no: no es eso
“recuerdo mis tardes de joven, mi destreza para los riesgos y…”
¿Algo más que torpeza, si en cada letra el titubeo de una llama, quien más, qué más para: agregar…
“se vuelve presente cada pasillo de esta, grata, intensa institución, me complace…”
Claro que no, nada de mí en ese insulso sentido, nada de feliz en mí yo de antes, los pasillos,….
“ anunciar entonces…”
Pero triste para todos esta, la, llegada de los hombres a otros roles nuevos
“esta designación es para mi…”
El sol, ya no sé yo del sol, en este mar de oscuros, yo nada más que sombras y…
“un deseo que arrastre con los años y me siento orgulloso, finalizo…”
Qué mas que resignarse, si no más nada que resignar sea este el porvenir nuestro, el acatar lo que llega y…
“agradeciendo, era mi deseo”
¿saben? Porque nadie de veras sabe que hago aquí
“ser su nuevo rector”

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BiciSendas...

Estamos vivos y es lo unico que necesitamos para empezar. J.Leeds