Ritmos complejos



Como cada jueves, caminaba Manuel apresurado las dos cuadras entre el cine y la parroquia, giraba pasado el puesto de diarios y frenético se adelantaba al fin a faroles y canteros. Se lo veía complacido al comprobar que aquel banco de la peatonal aguardaba vacío, que la pareja de bailarines aún no estaba del todo lista para comenzar. De modo que mientras la arenosa melodía escapaba del parlante, nada impedía a Manuel observar atento al par de cuerpos enlazarse y confundirse como hilos de lana en eterno roce, presenciar en cada pulso, cada quiebre, cada trayectoria tibia y alabeada; el fluir incorruptible de la danza. Ni la novia perdida por descuido, ni siquiera la familia diluida por pereza tenían lugar por el momento; sólo el fluir atemporal, el puro deleite cristalizado en la danza.


Supo preguntar Manuel un jueves, las exquisitas leyes ocultas detrás de tan certeros pasos. Recibió entonces de los bailarines afiches blancos, con huellas numeradas desparramadas en confusa distribución. No tardó en comprender el secreto que guardaban, tampoco en abarcar con habilidad tango, fox-trot y todo estilo que cifraran aquellos pintorescos mapas. Acabó al fin las auto-impartidas lecciones y agradeció sincero la evidente transformación de tan vistosas técnicas, en meros trazos, en enteros consecutivos.


Algún tiempo después, mientras se ganaba la vida ahora él entreteniendo a peatones con su nuevo bailar apasionado, como nunca se sentía extraviado; su vida seguía marchita, su novia perdida, su familia diluida, su futuro incierto. Imaginó que si había métodos para orientar el movimiento de los pies, también los debía haber para encaminar las almas. La costumbre es un sitio del que pocos logran escapar, entonces buscaba Manuel afiches que guiaran sus acciones en los años por venir, elegía personas al azar para preguntar el paradero de los preciados mapas. Y fracasaba.


Sólo una respuesta entre tantas pudo triunfar en satisfacerlo, vino de un anciano que repartía volantes en el centro y por lo calmado lo turbó. "¿Afiches que guíen el alma es lo que está buscando? No vale el esfuerzo joven. Ritmos así de complejos -dijo- sólo se dominan a fuerza de bailarlos."



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Estamos vivos y es lo unico que necesitamos para empezar. J.Leeds